HISTORIA DEL TAMAL

La palabra ‘tamal’ proviene del náhuatl ‘tamalli’, la cual significa ‘envuelto’, y es dada a diversos platillos de origen indígena cuya preparación es con masa de maíz, cocida al vapor y envuelta en hojas de la misma mazorca, de plátano, maguey, y aguacate.

El tamal puede ser de sabor dulce, o salado, con diferentes tipos de relleno como la carne, pollo, vegetales, frutas, etc.  Durante años, diversos países de América se han disputado el origen del tamal, pero no existen pruebas suficientes para acreditarlo a determinado país o cultura.Sin embargo, hay quienes aseguran que el origen del tamal debe ser atribuído a la región de origen del maíz, es decir, la zona centro de México. 

Si bien aún no está claro el verdadero origen del tamal en México, se han registrado muestras arqueológicas del tamal como parte de la vida cotidiana en algunas culturas. Por ejemplo, en la época prehispánica, los tamales eran usados en rituales religiosos, en ofrendas y tumbas.

La gran cantidad de intercambios culturales en México, también se vio reflejada en la comida, pues se intercambiaron ingredientes que fueron modificando la preparación del tamal. Incluso, se asegura que el maíz fue llevado a otros países pero no se puede comprobar que el tamal también fuera llevado a otros lugares, o bien, traído de otras regiones.

El tamal es uno de esos platillos que nunca ha hecho falta en la dieta mexicana, pues su exquisito sabor y las múltiples formas en la que cada uno es preparado, lo hacen toda una delicia culinaria que nadie está dispuesto a perderse. Se estima que en todo el país existen entre 500 y 5 mil tipos de tamales, pues en cada región tienen una forma distinta de prepararlo. Se calcula que la venta y producción de éste es de cientos de millones cada año. 

Es muy común que en fechas como el 2 de febrero -Día de la Candelaria-, ferias locales, y festejos como Navidad y Año Nuevo, los tamales son los protagonistas de las mesas mexicanas, los cuales son usualmente acompañados con bebidas tradicionales como café, chocolate o champurrado.

Pero no sólo eso, ya que también es muy usual que los tamales sean el desayuno perfecto de la dieta mexicana.  En la actualidad el tamal puede comerse a distintas horas del día y sus evolución de sabores e ingredientes ha hecho que sea acompañado con bebidas como el vino, bebidas frutales o hasta gaseosas.

HISTORIA DEL TAMAL

La palabra ‘tamal’ proviene del náhuatl ‘tamalli’, la cual significa ‘envuelto’, y es dada a diversos platillos de origen indígena cuya preparación es con masa de maíz, cocida al vapor y envuelta en hojas de la misma mazorca, de plátano, maguey, y aguacate.

El tamal puede ser de sabor dulce, o salado, con diferentes tipos de relleno como la carne, pollo, vegetales, frutas, etc.  Durante años, diversos países de América se han disputado el origen del tamal, pero no existen pruebas suficientes para acreditarlo a determinado país o cultura.Sin embargo, hay quienes aseguran que el origen del tamal debe ser atribuído a la región de origen del maíz, es decir, la zona centro de México. 

Si bien aún no está claro el verdadero origen del tamal en México, se han registrado muestras arqueológicas del tamal como parte de la vida cotidiana en algunas culturas. Por ejemplo, en la época prehispánica, los tamales eran usados en rituales religiosos, en ofrendas y tumbas.

La gran cantidad de intercambios culturales en México, también se vio reflejada en la comida, pues se intercambiaron ingredientes que fueron modificando la preparación del tamal. Incluso, se asegura que el maíz fue llevado a otros países pero no se puede comprobar que el tamal también fuera llevado a otros lugares, o bien, traído de otras regiones.

El tamal es uno de esos platillos que nunca ha hecho falta en la dieta mexicana, pues su exquisito sabor y las múltiples formas en la que cada uno es preparado, lo hacen toda una delicia culinaria que nadie está dispuesto a perderse. Se estima que en todo el país existen entre 500 y 5 mil tipos de tamales, pues en cada región tienen una forma distinta de prepararlo. Se calcula que la venta y producción de éste es de cientos de millones cada año. 

Es muy común que en fechas como el 2 de febrero -Día de la Candelaria-, ferias locales, y festejos como Navidad y Año Nuevo, los tamales son los protagonistas de las mesas mexicanas, los cuales son usualmente acompañados con bebidas tradicionales como café, chocolate o champurrado.

Pero no sólo eso, ya que también es muy usual que los tamales sean el desayuno perfecto de la dieta mexicana.  En la actualidad el tamal puede comerse a distintas horas del día y sus evolución de sabores e ingredientes ha hecho que sea acompañado con bebidas como el vino, bebidas frutales o hasta gaseosas.